La presentación del iPhone 11 destacó sus innovadoras cámaras, pero también generó quejas entre personas con tripofobia, un malestar que sienten al ver patrones geométricos agrupados, como los sensores de la cámara. Aunque no es un trastorno médico reconocido, muchos usuarios en redes sociales expresaron su incomodidad, llegando a afirmar que no podrían comprar el dispositivo debido a su diseño. La situación plantea la duda de si estas reacciones son aisladas o más comunes entre quienes padecen esta fobia.
Will Smith enfrentó su miedo a los tiburones en un programa especial de Discovery titulado Will Smith: Off the Deep End. Durante la emisión, nadó con tiburones tigre, explicando que su fobia se originó en parte por la película Tiburón de Steven Spielberg. A medida que creció, decidió enfrentar sus temores, creyendo que el miedo puede llevar a atrocidades. Smith completó varias inmersiones en el océano sin protección, y tras la experiencia, afirmó que se siente transformado.
Columna de opinión
Según la RAE, la fobia es una aversión exagerada a alguien o a algo… Lo más destacable es que también tiene una acepción como término psiquiátrico: temor angustioso e incontrolable ante ciertos actos, ideas, objetos y situaciones que se sabe absurdo y se aproxima a la obsesión.
Hay un sinfín de fobias muy conocidas, estudiadas y de amplia circulación en el vocabulario diario: la aracnofobia por ejemplo, que no requiere de explicación por su raíz bien determinada o la claustrofobia que todo el mundo sabe reconocer como la aversión a los espacios cerrados. La zoofobia, a los animales, la hematofobia, a la sangre, aerofobia, a volar, tanatofobia, a la muerte, hidrofobia, al agua. Pero otros muchos miedos igual de comunes son más difíciles de identificar a primer golpe de oído por su falta de semejanza a las palabras con las que se relacionan; acrofobia, a las alturas, agorafobia, a los lugares públicos, nosofobia, a las enfermedades (sobre todo las infecciosas), amaxofobia, a conducir o viajar en vehículo. Todos estos términos están recogidos en el diccionario de la lengua españolaSin embargo, hay otros muchos vocablos que circulan por las redes y las consultas de los psicólogos y que probablemente más pronto que tarde la rae termine por aceptar como válidos pero que hoy en día aún no lo son. Se habla de testofobia, a los exámenes, brontofobia, a las truenos y tormentas, fagofobia, miedo a atragantarse, cinofobia, a perros, triskaidekafobia, al número 13, gelotofobia, a la risa, eufobia, a recibir buenas noticias, pogonofobia, a las barbas, xantofobia, al color amarillo, macrofobia, a las largas esperas, cronofobia, temor al paso del tiempo, eisoptrofobia, a los espejos u objetos reflectantes, y un etcétera tan largo que podría estar aquí hasta el año que viene… tranquilos, está a la vuelta de la esquina… Eso sí, voy a dejar una recogida que espero que nunca se llegue a implantar en el diccionario porque no habrá ser humano que sea capaz de pronunciarla (y menos aún de escribirla, como no sea con un copia/pega tal cual hice yo): Hexakosioihexekontahexafobia que es el miedo al número 666, por su relación en la religión cristiana con el anticristo…